Estructura y Directrices

 

Los participantes se sientan en círculo y pasan de una persona a otra un bastón parlante, como una pluma de águila, o cualquier otro objeto sagrado.  La persona que sostiene el objeto sagrado es la única que puede hablar. Un círculo tradicional se abre con una oración o petición, luego un participante procede a hablar sin interrupción. Se espera que los participantes escuchen respetuosamente hasta que el orador haya terminado. 

 

El círculo simboliza la unidad y el apoyo que nos permite hablar libremente y sin juzgar. Esto crea unidad con los demás, lo que puede abrirse a una sanación mental y espiritual. Estamos allí solo para escuchar, pero podemos proporcionar una lista de recursos adicionales si un participante lo solicita.

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1) Solo una persona habla a la vez: solo puede hablar la persona que sostiene la pluma o el bastón. Los diálogos no son parte del círculo, ya que pueden convertirse en enfrentamientos.

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2) Preséntese: es de buena educación presentarse en la primera ronda. Usa el nombre de tu espíritu, si tienes uno; de lo contrario, utilice su nombre de pila.

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3) Hablar desde el corazón: el orador debe dirigirse al círculo desde el corazón y puede hablar todo el tiempo que sea necesario, respetando el tiempo de los demás.

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4) Escuche de la forma en que desea que los demás lo escuchen: todas las personas, excepto el orador, escuchan atentamente y brindan apoyo al orador. Escuchar con el corazón te permite escuchar la verdadera intención debajo de lo que dice el hablante. 

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5) Lo que se dice en el círculo se queda en el círculo - nunca repita nada de lo que se dice dentro del círculo, a menos que tenga el permiso del hablante